En su ensayo, María desvela esas artimañas del poder de Mazarino, recorriendo la trayectoria y pensamiento de aquel diplomático, estratega y solucionador de conflictos que, a pesar de su modesto origen, logró ascender hasta ser uno de los hombres más poderosos de su tiempo, y un personaje imprescindible para entender la monarquía absoluta de Luis XIV o el desarrollo de Francia como potencia europea.
En nuestro encuentro debatiremos con María sobre la trayectoria del personaje, sobre los motivos por los que Mazarino no ha sido reconocido en la Historia de acuerdo con sus méritos, y sobre su maestría en el “arte del disimulo”, una danza entre la ocultación y el sigilo para la que es imprescindible combinar las virtudes de la inteligencia y la prudencia.
“Conócete a tí mismo”, “Conoce a los demás”, “Simula y disimula”, “Nunca te fíes”,… todos ellos son principios que Mazarino sostuvo en el desarrollo de su carrera política, y que hoy día siguen estando presentes en muchos estrategas empresariales, advenedizos políticos y, en general, en cualquiera que aspire a formar parte del teatro del poder.
María Blanco es doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, y profesora de economía en la Universidad CEU-San Pablo. También tiene formación en Estrategia Adaptativa y recientemente se ha incorporado como asesora a un proyecto de emprendimiento científico. Compagina la docencia y la investigación académica con una activa presencia en diversos medios de comunicación: prensa escrita y digital, radio, podcasts, redes sociales…
Ha publicado, entre otros, “Las tribus liberales: una deconstrucción de la mitología liberal” (Deusto, 2014), “Afrodita desenmascarada: una defensa del feminismo liberal” (Deusto, 2017), y el polémico “Votasteis gestos, tenéis gestos: sobre la decadencia de la democracia española” (Deusto, 2021).
A pesar de su activa labor de difusión del liberalismo, se considera una economista sin escuela, no milita en ningún partido y trata en todo momento de mantener rigurosamente su libertad e independencia intelectual, algo que -en nuestros tiempos de tribalismo y polarización- le supone recibir a menudo críticas desde los distintos “bandos”.